La Ermita del Buen Pastor se halla en la parte más antigua del casco urbano de Llíria, junto a su muralla y frente a una plazoleta que se forma entre las calles de la Virgen y Torre la Reina.Historia y Conservación
Al igual que su denominación -pues se la conoce indistintamente como ermita, capilla, iglesia, oratorio u hospital- su origen es discutido pero su venerable antigüedad no es puesta en duda, remontándose al siglo XIII cuando era o formaba parte de un establecimiento hospitalario. Sin embargo, el edificio ha sufrido desde entonces importantes reformas y modificaciones aunque aún conserva alguno de sus elementos originales. Su aspecto general actual se corresponde con una profunda intervención realizada en el siglo XVIII, cuando se le otorgó la categoría de iglesia.
l infante don Martín, señor de la villa, instauró en ella en el año 1401 la Cofradía de Jesuchrist, que posteriormente, en fecha y por motivos no determinados, pasó a llamarse del Buen Pastor y de ahí el nombre del templo. Actualmente es propiedad municipal y aunque sus pinturas -su patrimonio más valioso- fueron restauradas en 2005, algunos de sus elementos exteriores e interiores necesitan diversos tipos de intervención.Descripción
Es un edificio de planta rectangular con cubierta de tejas a doble vertiente. La fachada es sobria, despejada y blanqueada, con una ventana o nicho rectangular vacío o cegado y una amplia espadaña barroca sin campana que se alza sobre la cornisa. El acceso se efectúa por puerta de madera adintelada flanqueada por sendas lápidas en una de las cuales se lee Església del Bon Pastor- Hospital Medieval – Segle XIII, y en la otra se alude a las Festividades de la Santísima Sangre. En el lateral exento se abren bajo el alero dos ventanos a modo de tragaluz, y al interior aún puede distinguirse vestigios de un antiguo acceso por ese lateral que fue tapiado, probablemente al redimensionarse el edificio.

El interior consta de una sola nave que originalmente era de al menos el doble del tamaño actual, prolongándose en el espacio que ahora ocupa la plazoleta previa. La techumbre es a doble vertiente con envigado de madera soportado por arcos apuntados que arrancan de ménsulas. Aunque sus paramentos están blanqueados ocultando posiblemente la existencia de anterior decoración pictórica, en la pared del testero de conserva, a modo de retablo, una de las más valiosas y antiguas muestras de la pintura al fresco de nuestras tierras: un extenso mural del siglo XV en estilo gótico representando la Crucifixión -en la parte superior- y la Anunciación a María en la parte inferior, separadas ambas escenas por un grueso trazo de color rojo. De autor anónimo, aunque muy retocadas y repintadas se mantienen en buen estado y siguen siendo una de las joyas artísticas de la ciudad.
macasesa
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